Mientras Sylvia Johnson abrochaba a su hija de dos años en el asiento del automóvil un típico lunes por la mañana en octubre pasado, su mente estaba en llevar a su hijo pequeño a la escuela y luego pasar un día ajetreado en su oficina de bienes raíces.
Un embotellamiento en la 215 cambiaría rápidamente esos planes.
Mientras se acercaba a la congestión del tráfico, Sylvia redujo la velocidad de su automóvil y avanzaba a unas diez millas por hora cuando otro conductor la chocó por detrás. Ella y el otro conductor se detuvieron al costado de la carretera junto con un tercer automóvil, y luego sucedió nuevamente: otro conductor chocó por detrás con el tercer automóvil estacionado.
Le diagnosticaron un desgarro del manguito de los rotadores y un desgarro del labrum en el hombro derecho. La compañía de seguros de su empleador rechazó su reclamo y él contrató a GGRM para defender su reclamo ante los tribunales.
“En el momento en que me golpearon, sentí que algo me golpeaba en la parte baja de la espalda”, explica Sylvia. “Una vez que todo se calmó, lo sentí aún más. Me costó mucho recoger a mi hija“.
Eventualmente, a Sylvia le diagnosticaron esguince de ligamentos de la columna cervical, distensión de músculos y tendones del cuello, esguince de ligamentos de la columna torácica, distensión de la pared posterior del tórax, esguince de ligamentos de la columna lumbar, distensión de la parte baja de la espalda, dolor agudo debido a un trauma, interrupción de los patrones de sueño, fatiga, falta de energía, ansiedad por viajar y espasmos musculares en la espalda.
A un amigo de Sylvia le sucedió algo similar cuando tuvo un accidente automovilístico y le recomendó que se pusiera en contacto con GGRM para obtener ayuda.
“Nunca había pasado por algo así”, dijo Sylvia. “GGRM me ayudó a luchar: para obtener el tratamiento médico adecuado, reparar mi automóvil y obtener un acuerdo con la compañía de seguros del otro conductor. Fueron muy rápidos en responderme y responder mis correos electrónicos. Seguí sus consejos y los recomendaría a cualquiera que esté pasando por algo como yo”.
El tratamiento médico de Sylvia incluyó manipulación de la columna, electroestimulación, ultrasonido y actividades terapéuticas durante los seis meses posteriores al accidente. Si bien todavía experimenta algunos brotes de vez en cuando, los maneja con terapia de frío/calor y ha regresado a su trabajo como gerente de transacciones de bienes raíces.
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